Hoy os presento el inicio de una pequeña inducción que he creado y que podemos hacer en casa utilizando la lluvia. También os traigo una pequeña reflexión para tomarnos un tiempo y dejar el ajetreo diario utilizándola. ¿Te animas a probarlo?
¿Puedes oírla Escucha el sonido que tiene la lluvia. Trata de percibir los diferentes sonidos que hace al caer sobre el suelo, sobre la ventana o sobre una hoja. Obsérvala durante un momento, admira la sencillez y a la vez la grandeza de las gotas de agua cayendo.
La lluvia nos puede proporcionar una oportunidad genial para relajarnos, pero a veces
y según para qué persona y qué momento puede resultar una fuente de estrés.
Para los que no os produce estrés, creo que merece la pena dejarse llevar
por el sonido del agua cayendo y relajarse por un momento.
Ahora cierra los ojos, y déjate llevar por ella. Deja la mente en blanco, e intenta adivinar qué sensaciones te transmite. Mírate a ti mism@ en medio de la lluvia si lo deseas... siente el frescor que te va purificando y limpiando... deja que por un momento todas las preocupaciones se vayan y concéntrate nada más en ti mismo. ¿Puedes lograrlo?