martes, 1 de octubre de 2013

Trabajo con canciones: Cuando una canción te "chirría"

Una de las muchas técnicas que se usan en musicoterapia es el trabajo con canciones ya existentes. En esta entrada os cuento un ejemplo de cómo podemos trabajar con las canciones que son importantes para nosotros pero que en un determinado momento nos "chirrían" o desagradan.

Todos tenemos canciones que utilizamos en nuestro día a día para transportarnos a mundos mágicos, revivir momentos, para que nos hagan compañía en nuestros buenos y malos momentos (incluso estudiar), o simplemente para entretenernos. Canciones que sirven para hacer ejercicio, para despertar nuestra sensualidad o para expresar sentimientos. Pero... ¿Qué podemos hacer con esas canciones que más nos gustan y que en un determinado momento nos chirrían o molestan? Hay canciones que han sido especiales para nosotros hasta el punto de formar parte de nuestro repertorio. Sin embargo, llega un punto en que la música y/o la letra nos puede desagradar o molestar. Quizás escuchamos una canción que ya no es adecuada a la época en la que nos gustaba, o quizás nos encanta la música pero no la letra (o viceversa). ¿Por qué ocurre este "efecto" y qué podemos hacer para remediarlo?

Pues bien, una de las razones por la que nos puede ocurrir esto es porque nos sintamos especialmente identificados con la letra o la música en cuestión. Por ejemplo que la letra parezca que se "dirija" a nosotros en un momento determinado o que la música parezca que nos hace sentir más plenos. Pero no tienen por qué darse las dos circunstancias juntas, y tampoco en todas las etapas de nuestra vida.
Nosotros crecemos y cambiamos, pero esas canciones que han sido importantes para nosotros no son capaces de crecer por sí mismas. A menos de que nosotros las hagamos crecer.
En nuestra mano y creatividad está el poder hacer nuestras las canciones existentes: 
Cambiando la letra o la música podemos hacer que una canción crezca con nosotros.


Para ello un muy buen ejercicio es modificar la letra y/o la música para nuestros requerimentos: Inventar una nueva estrofa, modificar el estribillo, inventar una nueva parte instrumental... pero también quizás nos moleste el sentimiento que parezca transmitir la canción: Nos podemos encontrar con una canción de música muy intensa y de letra plana, del mismo modo que una canción con una letra muy profunda pero con una música que aparentemente no nos dice nada. Para eso, un buen remedio es cantar la canción con el sentimiento o la emoción que creamos nosotros que necesita. Quizás una canción triste puede convertirse en un grito de rabia, o una canción alegre puede convertirse en una canción extremadamente cursi o muy emotiva donde expreses tus más ansiados sueños. Todo depende de ti y lo que necesites. ¡Además puede ser una actividad de grupo muy divertida!

Las canciones están hechas para un momento determinado de la vida del músico, y puede llegar a un mayor o menor número de personas siendo importantes para nosotros, pero cambiar las emociones, la letra o la música para adaptarse a cada etapa de nuestra vida hace que la música nunca muera y crezca con nosotros.
¡Ojo! Para este sencillo ejercicio no hace falta saber música, simplemente tener bien claro lo que la canción representa para ti y dejar que salga esa parte que te grita un cambio en la canción.

Imagen

No hay comentarios:

Publicar un comentario